Contextualización literaria

A principios del s. XX el teatro se rige por los gustos del público burgués y surgen dos tendencias: el teatro de éxito comercial y el teatro renovador.

El teatro comercial esta destinado a satisfacer las exigencias del público. Es un teatro cómico o melodramático, huye de los planteamientos ideológicos pero conserva las formas dramáticas tradicionales. El autor más conocido es Jacinto Benavente.
El teatro renovador fracasó al intentar atraer al público aunque ahora es más apreciado. Los autores más famosos de este género son Valle-Inclán, Lorca y Unamuno.
Divinas palabras es una obra que tiene muchos rasgos referentes a lo que será el futuro teatro esperpéntico de Valle-Inclán. La substitución de los mundos ficticios de naturaleza épico-mítica, propios de su primer teatro, por un universo, igualmente ficticio, pero más próximo a la realidad del momento son señales de este cambio.
Con esta obra el autor inicia su teatro expresionista y esperpéntico, aunque haya rasgos modernistas.
El subtítulo Tragicomedia en la aldea emparenta la pieza con los dramas y tragedias rurales. Muchos aspectos permiten adscribirla a dicha variedad dramática: el ambiente, el tipo de caracteres, los instintos primarios que dominan la naturaleza de los personajes.
Valle-Inclán pretendía recrear los diálogos de la lengua oral, con raigambre en La Celestina.