Bienvenidos a mi blog. A continuación hablaré de una gran obra de la literatura española, Divinas Palabras. Una creación del autor gallego Valle-Inclán.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Biografía



Retrato de Valle-Inclán en 1930 (fotografía de Alfonso, publicada en Heraldo en Madrid, 6 enero 1936).


Ramón del Valle-Inclán
(Villanueva de Arosa, 28 de octubre de 1866 – Santiago de Compostela, 5 de enero de 1936), fue un dramaturgo, poeta y novelista español, que formó parte del Modernismo en España y se encuentra próximo, en sus últimas obras, a la denominada Generación del 98; se le considera uno de los autores clave de la literatura española del siglo XX.
La biografía de Valle-Inclán ha despertado el interés de diversos personas, como son los escritores Ramón Gómez de la Serna, Melchor Fernández Almagro o Francisco Umbral.
Nació en una vieja casa denominada «El Cantillo», en la localidad de Villanueva de Arosa  (pueblo de provincia de Pontevedra) al borde de la Ría y frente a la isla de Arosa, pueblo de pescadores y campesinos. Era el segundo hijo del marinero y escritor por gusto Ramón del Valle Bermúdez (amigo de Manuel Murguía —esposo de Rosalía de Castro— y Andrés Muruáis) y de Dolores de la Peña y Montenegro, ambos de ascendencia hidalga. Tomó su nombre artístico del apellido de uno de sus antepasados paternos, Francisco del Valle-Inclán.
La fortuna familiar heredada por el padre fue dilapidándose poco a poco, y esto obligó a la familia a llevar una vida más modesta Dispuso en su infancia de la buena biblioteca paterna y se le asignó como preceptor un clérigo de la Puebla del Deán con el que estudió gramática latina. A la edad de nueve años Ramón ingresa en el Instituto de Segunda Enseñanza primero en Santiago y posteriormente en un Instituto de Pontevedra hasta 1885. Durante este periodo el bachillerato fue ejecutado sin el menor interés por su parte. En ese tiempo ejerció una gran influencia sobre él Jesús Muruáis, siendo decisivo en su formación literaria posterior.  El 29 de abril de 1885 acaba sus estudios de bachillerato.
En septiembre, sin convicciones y siguiendo la imposición directa de su padre, comenzó a estudiar
Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela con resultados igualmente irregulares. En el año 1888 se matriculó en «Dibujo y adorno de figura» en la Escuela de Artes y Oficios. Ramón se hizo pronto uno de los estudiantes más populares de la Universidad.
En esta época publica sus primeros trabajos literarios en la revista Café con gotas de Santiago de Compostela y en 1889 su cuento A media noche, en la barcelonesa La Ilustración ibérica; participando activamente, junto a su hermano Carlos, en la vida periodística de la ciudad. La visita de José Zorrilla a Santiago de Compostela para dar una conferencia en la universidad a la que asiste Valle, le produce una honda impresión, quedando seducido por la figura del escritor consagrado. Es en estos años en los que comenzó a arraigar en él su vocación literaria.
El 14 de octubre de 1890, con la muerte de su padre, abandonó la carrera de derecho por la que no sintió ningún interés, y regresó a Pontevedra.



Viaja a Madrid a finales de 1890. Supone dos años en la vida de Ramón. En Madrid frecuenta los abundantes cafés de la Puerta del Sol lugar de tertulia habitual, en ellas participa de forma expresiva y se hace conocer. En estas primeras visitas a los cafés va configurando su personalidad, su mundo, que acabaría haciéndolo famoso en las sociedades y tertulias de Madrid.
Colabora en diarios como El Globo que publica algunos de sus artículos y cuentos, y La Ilustración Ibérica, y dedica gran parte de su tiempo libre a asistir a representaciones del género chico. No es todavía considerado públicamente un escritor, las colaboraciones periodísticas que hace son para ganar algo de dinero, considerando poco afán por el oficio periodístico.
En 1892, tras una breve estancia en Pontevedra, Ramón se embarca el 12 de marzo en su primer viaje a América, concretamente a México.
De este primer viaje a
México Ramón obtiene las primeras experiencias como escritor.

De regreso a España, en 1893, se instaló en
Pontevedra y durante esta época, el poeta italiano Gabriele D'Annunzio ejerce una fuerte influencia sobre él y de él toma la fórmula del decadentismo europeo. En Pontevedra publicó su primer libro, la colección de relatos de tema amoroso en 1894  titulado Femeninas (Seis historias amorosas).
Es en esta época cuando Valle comienza a cultivar su particular indumentaria:
capa, chalina, sombrero, polainas blancas y sobre todo, sus largas y características barbas, las «barbas de chivo» de que habla Rubén Darío en un poema dedicado al autor.
En el año 1895 volvió a instalarse por segunda vez en Madrid. Pronto acude a varias tertulias madrileñas llevando la vida bohemia de la época, en las que conoce a muchas figuras destacadas de la época, como Gómez Carrillo, Pío y Ricardo Baroja, Azorín, Jacinto Benavente, González Blanco, Villaespesa, Mariano Miguel de Val, Alejandro Sawa, entre otros. Asiste a los innumerables cafés madrileños de la época: el Café de Madrid, el Café de El Gato Negro, la terraza del Café Gijón, Lhardy en la Carrera de San Jerónimo, y el Café Nuevo de la Montaña, en la Puerta del Sol.
En el año
1897 se  publica su segundo libro, Epitalamio (Historias de amores), sin demasiado éxito entre los lectores. Durante estos años, participó como actor en obras teatrales como La comedia de las fieras, de Jacinto Benavente, o Los reyes en el destierro, adaptación por Alejandro Sawa de una novela de Alphonse Daudet.
El 24 de julio de 1899, en una discusión en el Café Nuevo de la Montaña, ubicado en la planta baja del Hotel París, sito en la Puerta del Sol, 2, el periodista Manuel Bueno Bengoechea le causa una herida en un antebrazo que termina gangrenándose y se le hace necesaria su amputación.
El año de su manquedad es el año en el que inicia su amistad con Rubén Darío recién llegado a Madrid y al que conoce cuando asiste a la tertulia literaria del Cafe de Madrid, que dirigía junto a Jacinto Benavente.


En Los Lunes del Imparcial empieza a publicar Sonata de otoño.
Las Sonatas: Memorias del Marqués de Bradomín constituyen el ejemplo más destacado de prosa modernista en la literatura española. La primera de ellas, Sonata de otoño (1902), la escribió durante los tres meses de convalecencia de un involuntario tiro en un pie con una pistola de su propiedad. A ésta le siguieron Sonata de estío (1903), Sonata de primavera (1904) y Sonata de invierno (1905). Las cuatro sonatas se empiezan a vender bien y para algunas de ellas hay traducciones en otros idiomas como el francés. En el mismo año de 1905 publica Valle una colección de cuentos con el título de Jardín novelesco; Historias de almas en pena, de duendes y de ladrones. Al año siguiente estrena en el Teatro de la Princesa una adaptación teatral basada en el protagonista de las Sonatas, El marqués de Bradomín: Coloquios románticos. Forma parte del reparto de la obra Josefa María Ángela Blanco Tejerina, a la que meses antes la ha dedicado la Sonata de invierno, con la que posteriormente contraerá matrimonio.
En 1907 publica varios libros, como Águilas de blasón (estrenada el mismo año en Barcelona), Aromas de leyenda, Versos en loor de un santo ermitaño y El marqués de Bradomín. Coloquios románticos. En 1908 inicia la publicación de su serie de novelas «La guerra carlista»: Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera y Gerifaltes de antaño. En 1909 escribe Mi hermana Antonia.

Valle-Inclán publica Historias perversas; la que será su primera obra de poesía, Aromas de leyenda, Versos en loor de un santo ermitaño (1907); y comienza con la escritura de su serie de obras teatrales.

Ramón sigue estrenando obras de teatro: Voces de gesta, en 1911 (en el teatro Novedades de Barcelona), y
La marquesa Rosalinda. Farsa sentimental y grotesca, en 1912.

En de 1916 publica La lámpara maravillosa. Ejercicios espirituales.
En noviembre de 1919 renuncia a la plaza docente y la cátedra queda amortizada. Empieza a fallarle a Ramón la salud y a guardar cama con frecuencia. Es habitual el trato de viejos carlistas. En 1920 es la primera vez que Ramón emplea la palabra
«esperpento» en relación con su obra: «Esta modalidad consiste en buscar el lado cómico en lo trágico de la vida». En su ciclo esperpéntico publica Luces de bohemia y Divinas palabras, dos de sus obras teatrales más conocidas.

A finales de 1926 edita la que algunos consideran su obra maestra narrativa, la novela
Tirano Banderas, donde es patente la huella de su todavía reciente viaje a México revolucionario. En 1927 inicia la publicación de un ambicioso proyecto narrativo, El ruedo ibérico. Únicamente llegó a escribir tres novelas de este proyecto: La corte de los milagros (1927), Viva mi dueño (1928) y Baza de espadas (1932).
En 1928 Valle-Inclán consigue el contrato editorial más importante de su vida, con la Compañía Ibero-Americana de Publicaciones (CIAP) que le ofrece una cuantiosa suma a cuenta de la explotación de los derechos literarios, pagadera en mensualidades.

La quiebra de la CIAP en 1931 hace que se agote el dinero obtenido y espléndidamente gastado, cuando ya las horas del régimen de Primo de Rivera igualmente dan sus últimas horas.

El
2 de agosto de 1931, el gobierno de la República lo nombra Conservador General del Patrimonio Artístico Nacional, seguida cinco meses después de la dirección del Museo de Aranjuez, pero unos meses más tarde, en junio de 1932, dimite. El 30 de mayo de 1932, Valle-Inclán es elegido para la presidencia del Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. Ese mismo año, su esposa solicita el divorcio.
Consigue ser nombrado director de la Academia Española de Bellas Artes de Roma el 8 de marzo de 1933. Su regreso definitivo a España el 3 de noviembre de 1934.
Asiste días más tarde a la representación de su obra teatral Divinas palabras en el Teatro Español.

El 7 de marzo de 1935 se retiró a Santiago de Compostela, ingresando en el sanatorio de su amigo doctor Manuel Villar Iglesias donde recibe un tratamiento radioterápico.

 Es elegido para formar parte de presidencia del «I Congreso de la Asociación Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura», aunque no podrá asistir al congreso que se celebró en junio de
1935 en París.
En Madrid publica el 2 de octubre
de 1935 el que será su último artículo: «Mi rebelión en Barcelona (Nota literaria)» sobre el mismo título de Manuel Azaña.
El 5 de enero de 1936 muere Valle-Inclán.

Le caracteriza la nobleza y el orgullo, además de una honestidad artística absoluta. También podemos citar una voluntad obstinada. Destaca también la impasibilidad moral y la ausencia de contenido ideológico, que le conduce a una visión estética del mundo.
El origen del esteticismo de Valle-Inclán constituye un problema biográfico y literario, pues tiene un significado de generación. La cualidad más honda de la generación del 98 adquiere en Unamuno un irracionalilsmo heterodoxo, en Baroja un agnosticismo arbitrario y en Azorín una prudente inhibición. Pero en Valle esto se convierte en los primeros años en un andarse por las ramas de la pura estética – Las Sonatas -, en un canto a la belleza incitante de un mundo desaparecido en las Comedias bárbaras, en un adherirse a la esencia de la tradición idealizada en la trilogía de La Guerra carlista y finalmente en una mueca en Tirano Banderas y El Ruedo Ibérico.

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